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Ona Electrònica 2024

Crónica del Ona Electrònica 2024

El pasado fin de semana, el festival Ona Electrònica 2024 trajo a la sala Estraperlo de Badalona una noche inolvidable cargada de synthwave, italodisco y EBM. Desde el momento en que cruzamos las puertas de la sala, quedamos impresionados por la calidad del sonido, que acompañó a la perfección cada una de las actuaciones. Fue nuestra primera vez en el evento, y salimos prendados no solo del talento sobre el escenario, sino también de la impecable acústica de la Estraperlo, que permitió disfrutar cada frecuencia con una claridad espectacular.

Electric Visionary: La maestría de Berlín para abrir la noche

La apertura de la noche corrió a cargo de la DJ berlinesa Electric Visionary, quien con gran maestría preparó el terreno para lo que sería una velada épica. Con un set centrado en el italodisco, supo cómo calentar el ambiente desde el primer minuto. Los temazos resonaron en la sala, generando un ambiente festivo que no tardó en activar la pista de baile, que poco a poco se iba llenando. Fue una entrada perfecta para lo que vendría a continuación: un derroche de energía con la actuación de The Last Concorde.

Ona Electronica 2024

The Last Concorde: Elegancia synthwave

La entrada de The Last Concorde, un dúo synthwave que sigo desde hace tiempo, marcó uno de los puntos más altos de la noche. Formados por los hermanos Godàs (Xavier y Jordi) han sabido captar la esencia del retrofuturismo, su sonido es una mezcla perfecta de nostalgia ochentera y frescura moderna. Desde los primeros acordes, el dúo demostró por qué son una de mis bandas favoritas del género.

Con su estética cuidada y una puesta en escena minimalista pero efectiva, The Last Concorde llenaron la sala con ondas de sintetizadores que parecían sacados de una película de ciencia ficción de los 80, transportando al público a otro tiempo, con sus melodías nostálgicas resonando por todo el Estraperlo. El público, ya animado por el set inicial de Electric Visionary, no dejó de moverse, entregándose al ritmo marcado por sus bases electrónicas.

La interacción entre los dos miembros de The Last Concorde fue impecable, mostrando una sincronía que solo se alcanza después de años de trabajo y pasión por su música. Cada tema estaba meticulosamente ejecutado, y el sonido, potenciado por la acústica perfecta de la sala, hizo que cada nota y cada arpegio se sintiera en el pecho.

Entre los beats de italodisco de Electric Visionary y el viaje retrofuturista de The Last Concorde, el Ona Electrónica arrancó de manera brillante, preparando al público para lo que sería una noche de celebración de la música electrónica alternativa en su máxima expresión.

Después de la elegante y nostálgica actuación de The Last Concorde, el Ona Electrónica dio un giro más crudo y provocador con la llegada de Alma-X, un dúo que rompió por completo con la atmósfera retrofuturista para traer una descarga de energía sin filtros. Alma-X subió al escenario con una actitud irreverente que conectó al instante con el público, armados con una base electrónica contundente y letras cargadas de ironía y acidez.

Alma-X: Gamberrismo electrónico

El dúo, conocido por su carácter desenfadado y provocador, no decepcionó. Con una estética punk en su actitud, pero utilizando una estructura sonora basada en beats electrónicos brutales, Alma-X arrancó su set con una energía demoledora que sacudió a todos los presentes en la sala Estraperlo. Las bases electrónicas fueron pura dinamita, con secuencias rítmicas rápidas y beats industriales que no daban respiro, mientras que las letras, cargadas de sarcasmo y humor ácido, ofrecían una crítica mordaz a la sociedad, la tecnología y la cultura popular.

Temas como “Sonar” y “Mata a tu novio” se convirtieron en himnos inmediatos para los asistentes, quienes respondieron con gritos, saltos y una entrega total. La fuerza de los sintetizadores distorsionados y las percusiones electrónicas pesadas se sintió en todo el cuerpo, mientras el dúo lanzaba frases irónicas con una actitud desafiante, generando un ambiente casi de rebelión en la pista de baile.

Presencia escénica y conexión con el público

Uno de los puntos más destacados de la actuación de Alma-X fue su presencia escénica. A diferencia de otros proyectos más introspectivos o centrados en la nostalgia, Alma-X se subió al escenario para darlo todo, con una actitud desafiante y juguetona que rompió cualquier barrera entre ellos y el público. Desde el escenario, provocaron, gritaron, rieron y animaron a los asistentes a sumergirse en su caos sonoro.

El público, que ya venía encendido después de The Last Concorde, respondió de inmediato al carácter salvaje del dúo. La pista de baile se convirtió en un hervidero de energía, con movimientos desenfrenados y un ambiente de pura diversión y desenfado. Las letras, llenas de sarcasmo y humor negro, arrancaron sonrisas y aplausos entre los asistentes.

Tras el caos energético y la irreverencia de Alma-X, la sala Estraperlo todavía vibraba cuando Electric Visionary volvió a tomar las riendas para marcar un cambio de rumbo. No podemos dejar de destacar nuevamente el trabajo de Electric Visionary, quien después de su set inicial de italodisco, regresó al escenario para demostrar su capacidad de adaptarse a distintos géneros y emociones. Su mezcla fue el puente perfecto entre los estilos contrastantes del festival, y su habilidad para fusionar sonidos, desde lo más retro hasta lo más contemporáneo, fue clave para mantener la energía fluida en todo momento.

En esta ocasión, Electric Visionary optó por un set más oscuro y denso, alineado con la intensidad de Nightcrawler. Su capacidad para conectar distintos géneros es algo digno de admirar. Con transiciones precisas y una selección musical impecable, hizo que el público estuviera en el lugar perfecto para recibir la avalancha sonora que estaba por venir.

Nightcrawler: Oscuridad y energía en estado puro

Cuando Nightcrawler subió al escenario, el ambiente en la sala Estraperlo ya estaba cargado de expectación. Este proyecto, reconocido en la escena synthwave y dark electro, vino dispuesto a llevar la energía del festival a un nuevo nivel. Desde los primeros segundos, la sala fue tomada por una oleada de sintetizadores oscuros y potentes líneas de bajo.

Nightcrawler es un maestro en fusionar elementos retro con una producción moderna y agresiva. Su sonido, claramente influenciado por las bandas sonoras de los 80 y el cine de terror, hipnotizó al público, que no pudo evitar dejarse llevar por las densas capas de sonido que construía tema tras tema. La Estraperlo se transformó en una auténtica pista de baile oscura, donde los asistentes se sumergieron por completo en los ritmos cargados de misterio y adrenalina.

La actuación de Nightcrawler fue todo lo que esperábamos. Con un set cuidadosamente diseñado para mantener la tensión al máximo, lanzó una serie de tracks que fueron subiendo en intensidad, hasta llegar a picos sonoros que hicieron temblar la sala. Temas icónicos que llevaron al público a un frenesí, mientras que las proyecciones visuales acompañaban a la perfección el estilo oscuro y cinematográfico de su música. Los visuales, llenos de figuras distópicas y secuencias casi apocalípticas, sumaron una capa adicional a la experiencia, convirtiendo el show en un viaje multisensorial.

El manejo del ritmo y la tensión fue impecable. Nightcrawler sabe cómo construir un set de manera que cada canción te atrape más que la anterior. Cada beat resonaba con una precisión que solo un maestro del synthwave oscuro puede lograr, y el público lo sintió en cada fibra de su ser.

El impacto del directo

Aunque Nightcrawler es conocido por sus producciones en estudio, verlo en directo es una experiencia completamente diferente. La energía que transmite desde el escenario es impresionante, y la manera en que conecta con el público va más allá de lo sonoro. A lo largo de su actuación, la sala Estraperlo vibró en sintonía con él, como si cada persona en la audiencia estuviera bajo el influjo de los beats hipnóticos que lanzaba desde el escenario.

La pista, con su característico aire oscuro y cinematográfico, fue el broche de oro de una actuación inolvidable. Los sintetizadores alcanzaron su punto álgido, las luces estroboscópicas se intensificaron y el público, ya completamente entregado, respondió con saltos, gritos y una energía colectiva palpable. Fue el momento en que Nightcrawler dejó claro por qué es uno de los nombres más respetados del synthwave contemporáneo.

La maestría de Dark Vektor

Dark Vektor no es solo un veterano de la escena electro, sino un maestro que ha sabido mantener su sonido fresco y contundente, adaptándolo a las tendencias actuales sin perder su esencia. Cuando el artista pisó el escenario, el ambiente ya estaba cargado de energía. Y en cuanto comenzaron a sonar los primeros beats, el público se entregó por completo.

Desde el primer tema, quedó claro que Dark Vektor no iba a dar tregua.

Fue una noche inolvidable, donde Dark Vektor demostró por qué es el rey del electro en España. Un set vibrante, lleno de energía y sin pausas, que hizo bailar a todos los presentes hasta el último segundo.

La versatilidad de Vitorio Testa

El señor Testa es un clásico de las noches barcelonesas, y sus cierres de lo mejorcito que te puedes encontrar, y esta noche no fue menos. Desde And One a Ken Laszlo, pasando por la Veneno mezclado impolutamente haciendo bailar hasta que el cuerpo aguantó!

Nos vemos en el próximo Ona Electrònica!

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