Crónica: Xeno & Oaklander
Xeno & Oaklander y Newborn Ghost en Sala Vol – Minimal Synth en su máxima expresión
El pasado sábado, la Sala Vol se convirtió en el escenario perfecto para una doble dosis de sintes fríos y ritmos mecánicos, con Xeno & Oaklander como plato fuerte de la noche y Newborn Ghost abriendo con su inconfundible energía. Un concierto que se esperaba con ganas y que, sin duda, no decepcionó.
Newborn Ghost: creciendo a cada paso
Los que seguimos la escena darkwave en Barcelona sabemos que Newborn Ghost es una banda en constante evolución. Desde sus primeros bolos hasta ahora, han sabido consolidar su sonido, y esta vez lo demostraron en un escenario con un equipo de sonido a la altura. Se notó el salto de nivel.
El público respondió bien desde el principio, y la banda aprovechó la ocasión para conectar con nuevos oyentes. Además, hubo un momento especial: la presentación en directo de su nuevo single, «Life of the Party», que seguramente dará que hablar. (Si queréis más detalles, podéis leer la entrevista que les hicimos recientemente en Other Voices).



Xeno & Oaklander: minimalismo neoyorquino
Con la sala ya bien entrada en calor, llegó el turno de Xeno & Oaklander. El dúo neoyorquino, formado por Liz Wendelbo en la voz y Sean McBride a los sintetizadores, ofreció un concierto sólido y sin fisuras, en el que recorrieron algunos de sus temas más icónicos y presentaron material de su último trabajo.
McBride, con su imponente arsenal de sintetizadores analógicos y secuenciadores, manejaba el sonido con precisión quirúrgica, ajustando cada frecuencia y cada patrón rítmico en tiempo real.
Por su parte, Wendelbo mantiene ese aura distante pero magnética. Su voz, fría, encaja a la perfección con la maquinaria que la rodea, generando un contraste que es marca registrada de Xeno & Oaklander. Sin estridencias ni concesiones, su interpretación es medida y efectiva, dejando que las secuencias hablen por sí solas.
El sonido y los visuales de la Sala Vol ayudaron mucho a la experiencia. La sincronización entre ambos fue impecable, y aunque su directo se basa en loops repetitivos y estructuras minimalistas, no se sintió monótono en ningún momento.
No fue una actuación explosiva ni teatral, pero sí una demostración de cómo el minimal synth bien ejecutado sigue teniendo un impacto innegable en directo. Para los que ya conocíamos su propuesta, fue una confirmación de su solidez; para quienes los descubrieron esa noche, seguramente fue una puerta de entrada a un nuevo mundo sonoro.



El evento fue posible gracias a Gala y su equipo del Piti, que una vez más han apostado por traer propuestas de primer nivel a Barcelona. Se agradecen este tipo de iniciativas, porque mantienen viva la escena y nos permiten disfrutar de bandas que, de otro modo, difícilmente veríamos en la ciudad.
Y esto no se detiene aquí: el jueves en la Meteoro toca el turno de los suizos Veil of Light, otro directo que promete. Si la noche del sábado fue una muestra del buen momento que vive la música oscura en directo, lo que viene en los próximos meses apunta a seguir por la misma senda.