Entrevista a William de Days of Sorrow
Del Rin al Mediterráneo, entrevista con William de Days of Sorrow
Entrevistamos a William, voz de Days Of Sorrow, en la playa de Torredembarra. A la orilla del mar y entre anécdotas que cruzan el frío de Dortmund con la calidez catalana, repasamos los orígenes del grupo, su forma actual de trabajar, la conexión con las nuevas generaciones y sus planes más inmediatos. Una charla íntima sobre los inicios de la coldwave alemana o la grabación DIY en los 80.
La entrevista corre a cargo de Josi.
La primera época
Josi: Mirando atrás, a los años entre 1983 y 1986… ¿Qué crees que diferenciaba a Days Of Sorrow del resto de bandas postpunk alemanas de aquella época?
William: Creo que lo que marcaba la diferencia eran las personas que formaban cada grupo. Muchos no sabíamos tocar bien, pero teníamos acceso a sintetizadores y cajas de ritmos, lo que nos permitía experimentar. En nuestro caso, la combinación de quienes éramos, el equipo limitado y las ganas de crear, nos dio un sonido propio. Ensayábamos en un local helado y húmedo, pero no nos importaba… nos quedábamos allí horas componiendo. Fue allí donde nacieron temas como Travel o Wild World. Fue una época loca, sí… pero también muy divertida.
Josi: Vuestros nuevos singles tienen una producción muy precisa. ¿Buscáis ahora un tipo de perfeccionismo que en los 80 no era posible?
William: Sí, claro. En los 80 no podíamos aspirar a eso por limitaciones técnicas. Grabar era caro. A veces alquilábamos un estudio, pero muchas veces usábamos un grabador de cuatro pistas, que ya era bastante caro de por sí. Hoy en día, puedes tener todo “in the box” y grabar desde casa con calidad profesional. Llevo toda mi vida en la música, así que sé cómo construir un sonido más pulido. No lo busco como objetivo, pero es como trabajo ahora.
Josi: Hay una continuidad clara entre vuestros temas antiguos y los actuales. ¿Cómo mantenéis ese equilibrio entre conservar vuestro sonido y evolucionar?
William: Es fácil: usamos el mismo equipo que en los 80. Una caja de ritmos Roland, un Yamaha DX7, y antes teníamos un Juno 60, que nos robaron. Ahora usamos emulaciones software. Aun así, preferimos ceñirnos a esos sonidos. A veces añadimos un Oberheim o un Prophet, pero la base sigue siendo la misma. Eso es lo que mantiene la esencia.
Josi: ¿Tus letras han cambiado con el tiempo? ¿Te siguen inspirando los mismos temas?
William: Depende. A veces vuelvo a las emociones de los 80 y se reflejan en las letras. De hecho, tenemos un nuevo tema que saldrá en el próximo álbum, Who We Are, que habla justo de eso: de lo que fuimos y seguimos siendo. También sigo escribiendo sobre la situación política, igual que antes. En los 80 ya había crisis y políticos estúpidos… eso no cambia mucho.

Days of Sorrow en la actualidad
Josi: Estáis tocando en festivales con públicos más jóvenes. ¿Cómo sientes que Days Of Sorrow encaja en la escena actual?
William: Es increíble ver que la gente joven empieza a comprarnos discos. Hace poco, en una fiesta de un viejo amigo, su hijo —de unos 22 años— se me acercó y me dijo: “¿Eres William de Days Of Sorrow? Ponemos Wild World en todas nuestras fiestas”. Me dejó alucinado. En directo intento transmitir energía, no soy de quedarme quieto. Me gusta conectar con el público, y parece que lo agradecen.
Josi: ¿Cómo es vuestro proceso creativo hoy comparado con el de los 80?
William: Muy distinto. Antes nos reuníamos en el local, improvisábamos y salían canciones de ahí. Ahora tengo mi estudio en casa. Trabajo casi todo solo: teclados, programación, voces… Luego envío las pistas. Frank Junge, nuestro teclista principal vive en Dortmund. Nuestro guitarrista, Yoyo Brandt, vive en Hamburgo; Katie, la otra teclista, a una hora y media de Dortmund. Todos tenemos trabajo y familia, así que ya no podemos ensayar juntos. Yo monto todo, y luego vamos ajustando por correo: “toca esto un poco más así” o “usa otro sonido aquí”. Así estamos terminando ahora mismo el nuevo álbum. De hecho, lo tengo en pausa mientras hablo con vosotros.
Josi: Se habla mucho de nostalgia en el darkwave actual. ¿Crees que es un motor creativo o una limitación?
William: Puede ser ambas cosas. Hay bandas que se quedan ancladas, y eso puede ser aburrido. Pero también es parte de lo que somos. Nosotros venimos de los 80, y hay nostalgia en lo que hacemos, sí, pero no nos quedamos estancados.
Josi: ¿Hay demos o grabaciones antiguas que todavía pensáis publicar?
William: Publicamos algunas hace tres años en Dead Wax, en un doble LP llamado Whatever Happens —título sacado de una frase de Wild World. Aún quedan uno o dos temas grabados en cassette, pero la calidad es muy baja. Tengo un cassette de cuatro pistas con cuatro canciones, pero el grabador está roto. Si consigo arreglarlo, veremos qué hay ahí… pero no puedo prometer nada.
Josi: ¿Qué planes tenéis para 2025?
William: Cuando elijamos las canciones definitivas del disco, haremos al menos un videoclip. A partir de septiembre, volvemos a tocar: dos fechas con Clan of Xymox en Bélgica y Hamburgo, y probablemente Berlín. Estamos viendo fechas en Italia y también queremos volver a tocar en España.
William (despedida): Gracias por vuestras preguntas. Ha sido una charla muy bonita. Os deseo mucho éxito con Other Voices y espero veros en algún concierto. ¡Un abrazo!
Cierre: el pasado como brújula
William no pretende que el tiempo vuelva, pero tampoco le teme a mirar atrás. Su música mantiene ese pulso entre rigidez rítmica y fragilidad humana, esa herencia de bandas que nacieron con frío en los huesos y calor en los sintetizadores. Y hoy, gracias a momentos como este —entre amigos, bajo el sol catalán—, sigue vivo el espíritu de aquella coldwave que nunca se fue del todo.