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Entrevista con Sarcoma

Entre cervezas y confesiones: Sarcoma

Antes de sumergirnos en la charla profunda que tuvimos con Luna, hubo un rato previo que no puedo dejar de mencionar. Entre cervezas y risas, mostró ese lado más relajado y humano que a veces se oculta tras las luces y sombras de su música. La conversación fue muy fluida, tocando varios temas sin tapujos. Fue un momento ameno que anticipaba una entrevista igual de intensa y sincera, donde Sarcoma no se guardó nada.

¿Qué es SARCOMA? ¿Puedes describir la esencia de SARCOMA y qué te inspiró a crear este proyecto?

Sarcoma es mi proyecto de música experimental, más concretamente noise. Empezó porque ya estaba involucrada en un montón de proyectos como La Profecía o Dunkelwald y necesitaba explorar una forma de hacer música sin ningún tipo de censura. Hacer música que fuera desagradable y explorar este mundo del noise que me faltaba y que también echaba en falta después de muchos años produciendo grupos, quedándome con que me gustaban mucho las cosas que no estaban bien de estas grabaciones.

Tu música se describe como un viaje emocional. ¿Cómo canalizas tus experiencias personales en tu música?

Creo que mi música es muy emocional y es como un poco arte del hambre, porque no es música que suena bien o que creo que pueda ser disfrutable sin conectar con esas emociones. Y por eso sacrifico muchas veces el que las cosas suenen bien en pro de que las emociones sean más intensas.

Por ejemplo, cuando cuando grabé las voces del último disco, me sometí a una especie de tortura mental, las grabé todas de seguido, con hardware analógico y viviendo la experiencia. La experiencia, por así decirlo, de yo vivir el disco y que me estaba transmitiendo. Y claro, eso a cambio de que las voces no sonaran también y fuesen un poco más crudas y más viscerales.

¿Qué artistas o géneros han influido más en tu sonido?

Tengo un montón de influencias distintas, por ejemplo para el harsh noise, Merzbow fue quien me descubrió todo este mundo. Con Sarcoma una de las partes que he querido explorar, la parte más ligada a la música electrónica tengo como referente a Aphex Twin. También me ha influenciado mucho cómo Soft Moon mezcla industrial y EBM o el rollo de power electronics de Pharmakon. Para el último EP una gran influencia sería Fotocopia.

Mencionaste que crear música te ayudó a sobrellevar el cáncer y la pérdida de un ser querido. ¿Cómo influyeron estas experiencias en el sonido y los temas de SARCOMA

Mi perro murió de un sarcoma en 2021 y yo por aquel entonces no estaba haciendo música, no estaba componiendo nada y mi única manera de de lidiar con eso fue volver a introducirme en la escena. Entonces empecé a currar con La Profecía o Mendigo, con un montón de grupos y la idea de hacer un proyecto en su honor que reflejase sobre todo el dolor que había tenido tras su pérdida, era algo que tenía en mente hasta que conseguí hacerlo en 2023.

SARCOMA se describe como un canal para transmitir la feminidad desde una perspectiva desgarradora. ¿Puedes elaborar sobre este concepto y cómo se manifiesta en tu música?

Hay una cosa del mundo punk que no me ha gustado mucho de la feminidad vista en el punk, que era como una feminidad que simplemente se queda en la superficie de la reivindicación. Y no era algo visceral, algo que enfocarse todo el sufrimiento que conlleva ser una mujer y sobre todo en mi caso, ser una mujer trans, bollera y es algo que he rescatado muchísimo de la de los conceptos de industrial de los 90, de Nine Inch Nails y de y de este dolor de la generación perdida.

Y creo que, por ejemplo, muchas de las cosas que tocan mis letras, ya sean como poesías o cosas así, se ven como como dolorosas y no propiamente reivindicativas en la superficie, sino que es una reivindicación a raíz de todo el dolor que conlleva ser mujer.

Sarcoma

Has estado en la escena de música extrema desde los 14 años. ¿Cómo influyeron tus primeras experiencias en el circuito okupa de Madrid en tu trayectoria musical?

Bueno, yo empecé haciendo black metal en mi habitación cuando era muy pequeña, tenía como 14 años. Luego empecé con mis primeras bandas. Tenía una banda de crust o de post-punk previo al rollo de 2020. Y entonces me empecé a relacionar mucho con el circuito okupa de Madrid, con las okupas que había antes.

Ahí encontré, sobre todo también en el activismo y demás, una hermandad política y familiar que echo mucho de menos y que tiene sus cosas buenas, tiene sus cosas malas, pero sobre todo a mi me sirvió como una plataforma para hacer mis primeros pinitos en la música, hacer todo lo que tenía que hacer mal para empezar a hacer las cosas bien.

Estás involucrada en varios proyectos como La Profecía, Dunkelwald y Mendigo. ¿Cómo equilibras tu tiempo y creatividad entre estos diferentes emprendimientos?

Bueno, estoy en un montón de movidas, siempre estoy en un montón de movidas, porque hacer música es mi trabajo. Aunque no pueda vivir de ello todavía. Por supuesto, a veces se siente que llegas a medias a todo y que no estoy al 200% en un solo proyecto porque tengo un montón de cosas en las que centrarme y me encantaría, por ejemplo, poder ofrecer la calidad que sólo se ofrece si estuviera todo el día ensayando porque cobro de ello.

Tienes una profunda apreciación por la autogestión y el trabajo en estudio. ¿Cómo ha influido esto en tu enfoque hacia la producción musical y tu sonido en general?

El hecho de que no tenga estudios de ningún tipo, ni de música, ni de sonido, ni de nada, me ha hecho explorar un poco el aprender yo misma las cosas que tenía que hacer porque no me las iba a hacer nadie. Entonces empecé a producir, a grabar y a mezclar porque tenía que hacerlo con mis mismos proyectos.

También por la precariedad que supone no poder pagar este tipo de cosas. Y no sé, me gustó mucho. Empecé a hacerlo con otros artistas, empecé a grabar bandas, empecé a producir y y claro, yo creo que a raíz de no tener un conocimiento sistemático sobre cómo hacer las cosas en estudio, empecé a quedarme con muchas de las cosas que se transmiten en el noise, que se unen los medios para para llegar a los sonidos perfectos.

Y entonces empecé a hacer un montón de chapuzas de mis grabaciones y demás, que encontraba bonitas y que hacían sentir algo. Así que es algo que exploro mucho a día de hoy.

Tu álbum debut «NOT CROSSES» se describe como tu «Downward Spiral» personal. ¿Puedes compartir más sobre el proceso de creación y los temas explorados en este álbum?

Not Crosses lo lo empecé a a finales de 2023. La verdad es que fue muy rápido. Fue una cosa que compuse como en dos o tres semanas y tras volver de Finlandia con Dunkelwald, y yo estaba otra vez mal, con depresión, tomando medicación de nuevo y. Y bueno, en estos momentos difíciles quise volcar todo lo que estaba sintiendo en en ese proyecto que todavía no tenía mis voces, por ejemplo, y era algo que echaba mucho de menos, poder transmitir con mi voz.

Empecé a escribir cosas, sobre todo la escritura automática, pero que al final da mucho entrever el proceso por el que estaba pasando y quise grabarlo así, deprisa y corriendo. Y fue como un reflejo de esas dos tres semanas que fueron horribles y mi salida de ese bache.

¿Cómo traduces la energía intensa y cruda de tus grabaciones a tus actuaciones en vivo?

Lo que se transmite en vivo no es tanto precisamente la calidad del sonido o que los temas suenen bien y tal, sino si no más algo teatral. Entonces, por eso llevo la parte electrónica y pincho los temas a modo de DJ, mezclado con la voz en directo.

Y luego también tengo mi tercer instrumento, que son mis pedales y mis ruidos, añadiendo una capa de ruido extra a los temas que ya tienen ruido de por sí, pero por hacerlos aún más desagradables, para hacerlos aún más viscerales y por, digamos, abrir ese espacio para conectar con lo que estoy sintiendo.

Además de tu trabajo en solitario, también colaboras con otros artistas y grupos en la escena madrileña. ¿Cómo influyen estas colaboraciones en tu música?

Colaborar es una cosa que que me ha ayudado siempre, aprender a colaborar con otros artistas, aprender de otros puntos de vista y de su forma de hacer música. Al principio simplemente hacía unos pocos remixes porque nadie me conocía, entonces tampoco tenía muchos más que hacer.

A día de hoy, por ejemplo, ya tengo un disco entero en el cajón de colaboraciones que quiero sacar. A priori, todo lo que saque de aquí en adelante quiero que sean colaboraciones, porque si quiero hacer un disco de un nicho concreto, voy a hablar con algún compi de la música que ya haga esa cosa para poder empaparme también de la visión de un tercero, porque al fin y al cabo estoy sola en este proyecto y y me gusta mucho ya no tener que hacer las cosas sola.

¿Qué podemos esperar de SARCOMA en el futuro? ¿Hay algún proyecto o lanzamiento próximo que puedas compartir con nosotros?

Tengo un montón de cosas en el cajón. No sé, ahora como tres o cuatro lanzamientos de sarcoma que están ahí para cuando puedan salir. Y de momento tengo un disco que he grabado con Gala (el Piti de la Suerte) una colaboración entre las dos y la verdad le tengo muchísimo cariño, se llama Distorsionando la Tensión.

Mencionaste, «O hago música o me mato.» ¿Cómo influye este mantra en tu proceso creativo y tu enfoque hacia la vida?

Sobre todo en Sarcoma principalmente, tiro mucho de la arbitrariedad de que todo vale, porque en el ruido todo vale. Y no soy tan perfeccionista con como suenan las cosas de Sarcoma, porque lo único que quiero es hacer temas y quiero tocar en directo. Y quiero explorar de que forma el ruido puede hacer sentir.

Entonces, si, o hago música o me mato, porque no concibo otra forma de vivir que no sea haciendo música.

¿Hay algo que te gustaría compartir con tus fans?

Nunca entendí muy bien, si es que tengo fans, porque los tengo. Entiendo que son muy fans de mi persona como tal en otros proyectos también y cosas así, no creo que sea porque les gusta mucho el ruido. Aun así me gustaría compartir que he estado escribiendo la segunda parte del fanzine que empecé hace un año y me hace mucha ilusión compartirlo con vosotras.

¿Hablamos de las listas de invitadas?

La idea de hacer a listas de invitadas para para personas trans fue una cosa que cogí de Föllakzoid, la verdad es que me pareció buenísimo porque creo que faltan muchísimas personas trans en los conciertos y sobre todo hace falta el mensaje de que muchas salas y conciertos es totalmente su espacio. Al menos en mis actuaciones son las personas que importan y que quiero que las personas cis entiendan que deben respetar ese espacio y que son meros invitados. Y no es una simple discriminación positiva, es un mensaje como «este es un espacio legítimo para que aquí venga a una persona que no te cuadre», porque no se ha afeitado esta mañana o porque tiene algo que no encaja con tu visión binaria de género o lo que fuera. Y decir que a mi concierto por lo menos puede venir, no tiene que quedarse en casa.

¿Te has sentido discriminada?

En mi caso hace mucho que no sufro como discriminaciones directas en ese sentido, porque creo que tengo passing y creo que las cosas que sufro, lo sufro por ser mujer. Lo que pasa es que estoy condenada a ser una categoría de mujer y a intentar pasar siempre por ser como el género hegemónico de mujer y que nada desvele que en verdad no soy una mujer cis. Y esa obsesión constantemente por la imagen que tengo que dar a los demás, sobre todo cuando soy la única chica en un grupo o cosas así, es muy dura de sostener porque nadie es así realmente.

Muchas gracias Luna por tan increíble entrevista!

Muchas gracias Other Voices, muchas gracias por este espacio, gracias a todas!

Un comentario en «Entrevista con Sarcoma»

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