Disintegration de The Cure
Reseña clásica: Disintegration de The Cure
Fecha de lanzamiento: 2 de mayo de 1989
Sello: Fiction Records / Elektra
En 1989, The Cure lanzó un álbum que hizo dar un salto definitivo en su carrera, convirtiéndose en uno de los discos más influyentes de la historia de la música alternativa. «Disintegration» es un universo construido sobre las bases de la fragilidad, el desamor y la inevitable lucha contra el paso del tiempo.
Más de tres décadas después, «Disintegration» sigue siendo un punto de referencia para bandas de todos los géneros, desde el indie rock hasta el post-punk y el shoegaze. Pero, ¿cómo nació esta obra monumental? Acompáñame a desentrañar cada rincón de este clásico eterno.
Contenido
El Camino hacia «Disintegration»
The Cure se formó en 1976 en Crawley, Inglaterra, bajo el liderazgo del carismático Robert Smith. La banda comenzó como parte de la escena post-punk con su álbum debut Three Imaginary Boys (1979), pero pronto se sumergió en terrenos más oscuros con discos como Seventeen Seconds (1980), Faith (1981) y Pornography (1982), consolidando un sonido melancólico y atmosférico que definiría su carrera.
Tras una etapa de experimentación más ligera con The Head on the Door (1985) y Kiss Me, Kiss Me, Kiss Me (1987), Smith enfrentó una crisis personal y creativa. El miedo a la banalización de su música lo llevó a crear «Disintegration», una obra cargada de introspección que representó un regreso a la intensidad emocional de sus inicios.
Contexto Histórico: La Crisis Creativa de Robert Smith
En 1989, The Cure vivía una extraña dualidad. Por un lado, eran estrellas globales gracias a éxitos como «Just Like Heaven» y «Why Can’t I Be You?», pero Robert Smith, líder y alma creativa de la banda, se encontraba en una profunda crisis personal.
A punto de cumplir 30 años, Smith sentía que el éxito comercial había diluido la esencia oscura y melancólica que había definido los primeros años de la banda. Decidió crear un álbum que recuperara esa intensidad emocional, como una suerte de terapia musical para enfrentar sus propios miedos y ansiedades.
Robert Smith explicó en una entrevista de 1989 para The Quietus:
«Sentí que necesitaba hacer este disco para salvarme a mí mismo. No era solo un proyecto musical, era una especie de exorcismo personal.»
Producción y Grabación: Creando un Mundo Desgarrador
La grabación de «Disintegration» se llevó a cabo entre 1988 y 1989 en los estudios Hookend Manor en Oxfordshire, Inglaterra. Aunque The Cure ya era una banda consolidada, las sesiones de grabación estuvieron marcadas por tensiones internas y una atmósfera de aislamiento deliberado. Robert Smith buscaba un entorno controlado donde pudiera sumergirse completamente en el proyecto sin distracciones externas.
Lol Tolhurst, miembro fundador de la banda, fue despedido durante la producción debido a problemas de adicción que afectaron su desempeño, dejando el proyecto en manos de un equipo creativo reducido pero enfocado. Esta fractura personal alimentó en parte el tono emocional del álbum.
El Diseño Sonoro de «Disintegration»
En lugar de basar el sonido en riffs reconocibles o estructuras tradicionales, «Disintegration» se construyó como una sinfonía oscura donde cada instrumento sirve para crear una ambiente especifíco: densidad, melancolía y distancia emocional.
Más que simples acompañamientos melódicos, las guitarras en «Disintegration» se mezclan con ecos largos y efectos de modulación que las convierten en olas sonoras. Robert Smith y Porl Thompson manipularon sus instrumentos con acordes repetidos, tristes, llevándote a un sentimiento de infinito.
El bajo de Simon Gallup no sigue el patrón rítmico tradicional, sino que actúa como un ancla emocional. En canciones como «Fascination Street» y «Pictures of You», su interpretación añade la tensión y gravedad a las canciones.
Boris Williams, en mi opinión el mejor batería que ha pasado por The Cure, adoptó un enfoque percusivo expansivo. Su estilo combina precisión con una expresividad que añade profundidad y dinamismo, funcionando como el latido emocional del álbum.
En «Prayers for Rain», su interpretación es fría y distante, con golpes de caja resonantes que parecen emitirse desde una vasta lejanía, como truenos perdidos en un horizonte oscuro. Los redobles pausados y los acentos casi ceremoniales crean una línea de desesperanza ineludible. Cada golpe es un recordatorio de la inevitabilidad del paso del tiempo, reforzando la narrativa introspectiva del álbum.
Análisis Pista por Pista
1. «Plainsong»
La apertura de «Disintegration» es más que una simple canción: es una entrada ceremonial a un mundo de sensaciones y recuerdos enterrados. «Plainsong» establece el tono del álbum con una majestuosidad casi sagrada, donde cada sonido parece tallado en mármol frío. Los sintetizadores surgen en cascada como olas que se rompen lentamente contra acantilados lejanos, mientras el bajo actúa como un ancla que nos arrastra hacia las profundidades de la melancolía y la guitarra que te deja sin palabras.
La percusión de Boris Williams, suave pero constante, recuerda un latido distante, como si el tiempo se estuviera agotando lentamente. Sobre este escenario sonoro, Robert Smith canta con una voz casi espectral, cargada de resignación y belleza trágica, como si relatara una historia perdida entre la bruma de los recuerdos.
«Plainsong» es una de mis canciones favoritas de The Cure. Es de esas piezas que logran desarmarme por completo. No importa cuántas veces la escuche, siempre me pone la piel de gallina. Es como si el alma de la canción me alcanzara de una manera visceral, tocando esos rincones del corazón que prefiero no visitar muy a menudo.
Cuando suena en casa, con un vaso de vino en la mano y las luces bajas, me dejo envolver por su atmósfera inmensa, como si me encontrara flotando en un océano de nostalgia. Y si tengo la suerte de escucharla en vivo, como apertura de alguno de sus conciertos, es inevitable que los ojos se me llenen de agua. Es un ritual de emociones que se repite cada vez, un recordatorio de la belleza que hay en la tristeza y de lo profundamente humanos que podemos ser cuando dejamos que la música nos atraviese.
«And it’s so cold, it’s like the cold if you were dead»
2. «Pictures of You»
«Pictures of You» es uno de los momentos más conmovedores y emblemáticos de «Disintegration», una pieza que engloba a la perfección la melancolía nostálgica que atraviesa todo el álbum. La canción surge de una experiencia profundamente personal de Robert Smith, quien encontró una vieja fotografía de su esposa Mary tras un incendio en su casa. La imagen, cargada de emociones y recuerdos, se convirtió en el centro de esta oda a la pérdida, al paso del tiempo y a los momentos que se desvanecen, pero nunca desaparecen del todo.
Musicalmente, «Pictures of You» se construye con una elegancia majestuosa. Las guitarras, cristalinas y persistentes, parecen reflejar el brillo de recuerdos borrosos, mientras los sintetizadores flotan como ecos distantes que nunca se apagan. La batería de Boris Williams, majestuosa como siempre, mantiene un ritmo constante, proporcionando un pulso que guía al oyente a través de este viaje de memorias desvanecidas.
La interpretación vocal de Robert Smith es sincera y desgarradora, cantando como si cada palabra lo desnudara emocionalmente. La intensidad crece con cada verso, llevándonos a un clímax catártico en el que la música y la voz se funden en una súplica desesperada por retener algo que ya no está.
«Pictures of You» es otra canción imprescindible en cualquier concierto de The Cure, interpretada siempre con una maestría que parece inagotable.
Cuando la tocan en directo, es imposible no dejarse llevar por su inmensidad. He vivido ese momento mágico varias veces, viendo a Robert Smith entregarse por completo, como si cantara desde una herida aún abierta. La banda ejecuta cada parte con una precisión casi ritual, logrando que cada interpretación se sienta tan fresca como la primera vez.
Curiosidad:
En 2019, Rolling Stone incluyó «Pictures of You» entre las mejores canciones de amor de todos los tiempos, destacando su capacidad única para capturar el anhelo y la nostalgia de los recuerdos más preciados.
«If only I’d thought of the right words, I could have held on to your heart…»
3. «Closedown»
«Closedown» es uno de los temas más introspectivos y existenciales de «Disintegration», una meditación sombría sobre la desesperanza, el paso del tiempo y la angustia existencial que atraviesa todo el álbum. Desde sus primeros segundos, la canción se despliega como una procesión solemne.
La canción se sustenta en una base rítmica imponente creada por el bajo de Simon Gallup construyendo una figura grave y repetitiva que ancla la canción a una perfecta melancolía.
La percusión de Boris Williams adopta un enfoque casi marcial, con redobles secos y golpes calculados que parecen cronometrados por una máquina implacable. El ritmo es ineludible, imitando un reloj que avanza sin piedad. Cada golpe parece señalar una pérdida irrecuperable.
Por su parte, los sintetizadores y las guitarras de Robert Smith y Porl Thompson se despliegan en capas flotantes, como nubes cargadas de lluvia que amenazan con desbordarse en cualquier momento.
La interpretación vocal de Robert Smith en «Closedown» es fría y distante, como un susurro resignado que se desliza sobre el denso telón sonoro. Su voz parece arrastrar cada palabra como si pesara toneladas, reforzando la sensación de agotamiento emocional. Las líneas son breves, casi fragmentarias, como pensamientos incompletos que emergen entre la niebla del cansancio existencial.
«Closedown» es una de esas canciones que no busca ofrecer consuelo, sino enfrentarte a la dura realidad de la vida y el paso del tiempo. Cada vez que la escucho, es imposible no sentirme envuelto por su pesadez emocional y su ineludible sensación de finitud. No es una canción fácil ni complaciente, pero precisamente por eso es tan poderosa y necesaria. Es como mirar directamente a lo inevitable y encontrar una extraña belleza en ese vacío inmutable.
«I’m running out of time, I’m out of step and closing down…»
4. «Lovesong»
«Lovesong» es una de las composiciones más reconocibles de The Cure, una muestra de que el amor también puede ser retratado desde la sinceridad sin perder intensidad ni profundidad. A diferencia de las canciones cargadas de desamor y melancolía que dominan «Disintegration», este tema surge como un rayo de luz en medio de la tormenta emocional del álbum.
Robert Smith escribió «Lovesong» como un regalo de bodas para su esposa Mary Poole, con quien ha compartido su vida desde la adolescencia. En entrevistas, Smith ha mencionado que quería crear algo simple y honesto, una declaración de amor que pudiera resistir el paso del tiempo.
Aunque «Lovesong» podría haberse convertido en una balada convencional, la producción de David M. Allen y Robert Smith logró equilibrar su ternura con una atmósfera sombría que encaja perfectamente en el universo sonoro de «Disintegration».
«Lovesong» se convirtió en el mayor éxito comercial de The Cure en Estados Unidos, alcanzando el #2 en el Billboard Hot 100 en 1989, un logro sorprendente para una banda considerada oscura y alternativa. Aunque el éxito masivo del sencillo fue inesperado para la banda, consolidó a «Disintegration» como una obra para todos los públicos.
«Lovesong» es una de esas canciones que, aunque fue escrita como una declaración personal de amor, su simplicidad y honestidad la convierten en algo universal. Suena igual de poderosa en la intimidad de una habitación oscura como en un estadio lleno de miles de personas cantando al unísono.
Cada vez que la escucho, me recuerda que incluso en los momentos más oscuros, hay promesas que se mantienen firmes. En los conciertos, su interpretación siempre es un momento especial, cargado de emociones. No importa cuántas veces la toquen, The Cure logra que cada versión se sienta como una confesión nueva, sincera y eterna.
«Whenever I’m alone with you you make me feel like I am home again…»
5. «Last Dance»
«Last Dance» es una de las joyas ocultas de «Disintegration», una pieza cargada de nostalgia, encuentros fallidos y recuerdos que se desvanecen con el paso del tiempo. Es una canción sobre aquellas personas que alguna vez significaron mucho y que, con el tiempo, se convirtieron en sombras borrosas de lo que solían ser. No es solo una historia de desamor, sino una reflexión amarga sobre el paso del tiempo y la inevitabilidad de la distancia emocional.
La letra de «Last Dance» nos coloca en una situación familiar para muchos: el reencuentro con alguien que alguna vez fue importante, pero cuyo lugar en nuestra vida se ha diluido con el paso de los años. El encuentro se siente frío, distante, cargado de una nostalgia que pesa demasiado. Robert Smith canta desde la perspectiva de alguien atrapado entre lo que fue y lo que es, enfrentándose a los restos de una conexión que ya no existe.
Simon Gallup sostiene la canción con una línea de bajo profunda y persistente que marca el paso ineludible del tiempo. Su tono oscuro y melancólico añade un peso emocional constante, como si el tiempo mismo estuviera corriendo en nuestra contra.
«But now the year is nearly over and you’re still in place, never aging..»
6. «Lullaby»
«Lullaby» es una de las canciones más enigmáticas y fascinantes de «Disintegration», una reinterpretación macabra de una canción de cuna que transforma la idea de consuelo en una experiencia de pesadilla. Desde su lanzamiento en 1989, se ha convertido en uno de los sencillos más icónicos de The Cure, destacando tanto por su sonido inquietante como por su legendario videoclip dirigido por Tim Pope.
La letra de «Lullaby» es un ejercicio de sugestión psicológica, cargada de imágenes inquietantes y simbolismo oscuro. Robert Smith canta en un susurro hipnótico, como si estuviera atrapado en una pesadilla recurrente, enfrentándose a un enemigo invisible: el «Spider-Man», una figura fantasmagórica que parece acecharlo en la penumbra.
La canción juega con el concepto de una «canción de cuna», distorsionando su propósito tradicional de consuelo y protección. En lugar de arrullarte, «Lullaby» te adentra en un estado de vulnerabilidad total. La amenaza es omnipresente, pero nunca completamente definida, lo que la hace aún más aterradora.
Robert Smith canta en un susurro apenas audible, como si intentara no despertar a la criatura que lo acecha. Este estilo vocal añade una sensación de claustrofobia, como si estuviéramos atrapados en la misma habitación que él.
El videoclip de «Lullaby», dirigido por Tim Pope, es una de las piezas visuales más reconocibles y celebradas de la historia del rock alternativo. Filmado como una pesadilla surrealista, muestra a Robert Smith atrapado en una habitación sombría, enredado en telarañas y acechado por una versión siniestra del «Spider-Man», interpretado por él mismo.
Las imágenes son inquietantes pero extrañamente bellas: Smith yace paralizado en una cama mientras figuras misteriosas lo observan desde la penumbra. Las telarañas que cubren la habitación parecen representar un estado de atrapamiento mental, un miedo a ser consumido por algo inevitable y aterrador.
«Lullaby» se convirtió en el single más exitoso de The Cure en el Reino Unido, alcanzando el puesto #5 en las listas británicas. Aunque su contenido oscuro parecía poco comercial, su atmósfera única y su magnetismo visual le dieron una enorme popularidad.
«And I feel like I’m being eaten by a thousand million shivering furry holes…»
7. «Fascination Street»
«Fascination Street» es el momento más crudo y visceral de «Disintegration». Su línea de bajo abrasadora y su atmósfera cargada de tensión la convierten en una de las canciones más intensas de The Cure, un himno que se siente como una caminata al filo del abismo. Desde su lanzamiento, se ha consolidado como un clásico absoluto en sus conciertos en vivo, donde su fuerza se multiplica hasta niveles casi catárticos.
Robert Smith compuso «Fascination Street» como una representación de la vida nocturna decadente que experimentó durante una visita a Nueva Orleans. La canción captura esa sensación de exceso, de sumergirse en una experiencia intensa y peligrosa donde todo parece posible, pero también inminentemente destructivo.
Robert Smith canta con urgencia, su voz suena llena de desdén, agotamiento y determinación, como si estuviera tratando de imponerse a las fuerzas caóticas que lo rodean. No hay súplica ni resignación; su tono es desafiante y decidido, un reflejo del peligro que acecha en esa «calle de la fascinación».
«Fascination Street» es una de las canciones más electrizantes de The Cure en directo. Desde su primera aparición en la gira de «Disintegration» en 1989, se ha convertido en un momento culminante de cada concierto, con el bajo atronador de Simon Gallup.
«Fascination Street» siempre me ha parecido una especie de ritual de liberación emocional. Es como encender una mecha y observar cómo el mundo a tu alrededor se desmorona mientras avanzas sin mirar atrás. Su intensidad es imposible de resistir, y su fuerza imparable me arrastra cada vez que la escucho.
«Pull on your face pull on your feet and let’s hit opening time…»
8. «Prayers for Rain»
«Prayers for Rain» es uno de los momentos más oscuros y devastadores de «Disintegration». Es un lamento cargado de desesperanza, donde Robert Smith parece enfrentar una lucha interna contra la parálisis emocional y el vacío existencial. La canción se despliega lentamente, como una tormenta que se avecina inevitablemente, amenazando con consumirlo todo.
La letra de «Prayers for Rain» es una confesión descarnada, un grito contenido que implora algún tipo de redención o liberación. El agua, elemento central de la canción, funciona como símbolo tanto de limpieza como de destrucción. Robert Smith suplica por la lluvia como si fuese la única fuerza capaz de romper el estancamiento y lavar el peso de su propia desesperación.
La producción de «Prayers for Rain» es uno de los logros más impresionantes de The Cure. Cada elemento sonoro refuerza el sentimiento de desesperación y la sensación de estar atrapado en un ciclo emocional del que no hay salida.
La interpretación vocal de Robert Smith en «Prayers for Rain» es uno de los momentos más desgarradores de su carrera. Su voz comienza casi en un susurro, como si estuviera agotado por el peso de sus propias emociones. A medida que la canción avanza, su tono se vuelve más desesperado, casi como un grito sofocado que nunca llega a liberarse por completo.
«Prayers for Rain» es una de esas canciones que no ofrece ningún tipo de consuelo; es una confrontación directa con el vacío y la desesperanza. No hay redención, ni escapatoria, solo la implacable sensación de estar atrapado bajo un cielo cargado que nunca termina de romperse.
«You fracture me, your hands on me, a touch so plain, so stale it kills…»
9. «The Same Deep Water as You»
Con casi 10 minutos de duración, «The Same Deep Water as You» es el corazón sombrío de «Disintegration», una experiencia inmersiva donde el tiempo parece detenerse. Es una de las canciones más largas y emocionalmente devastadoras de The Cure.
«The Same Deep Water as You» es una metáfora poderosa sobre el amor condenado, donde la profundidad del agua simboliza la inmersión total en una relación que ya no puede salvarse. Robert Smith canta desde una posición de entrega absoluta, donde no hay escapatoria ni redención posible. Es la aceptación de un destino compartido, de hundirse juntos en un océano emocional del que no se puede salir a la superficie.
Robert Smith canta con una voz suave y susurrante, cargada de vulnerabilidad. No hay gritos ni súplicas; solo una aceptación triste y resignada, como si se hubiese rendido a la inevitabilidad de su destino. Sus palabras parecen surgir desde lo más profundo de su alma, atrapadas en un océano de emociones contenidas.
«And we shall be together / And nothing will ever drive them away…»
10. «Disintegration»
«Disintegration» es el clímax emocional y sonoro del álbum que lleva el mismo nombre, un torbellino devastador que encapsula la angustia, la desesperanza y el colapso emocional que Robert Smith buscaba transmitir con esta obra maestra. La canción es un viaje a través de una espiral descendente donde el amor, el tiempo y la memoria se disuelven en una vorágine de guitarras y emociones.
A lo largo de más de ocho minutos, la canción avanza con una intensidad implacable, sin pausas ni alivio. «Disintegration» no fue lanzada como sencillo, pero se convirtió en una de las canciones más icónicas y respetadas de The Cure.
Trent Reznor, líder de Nine Inch Nails, llegó a decir que «Disintegration» es «una lección de cómo enfrentarte a tus demonios sin rodeos ni concesiones».
11. «Homesick»
«Homesick» no se incluyó en algunas ediciones de «Disintegration». Especialmente en versiones internacionales o de vinilo, aparece como una pista adicional en lugar de formar parte del tracklist principal según la edición original en CD.
La «morriña» a la que hace referencia el título es física y emocional: es el deseo de regresar a un estado más simple o a un lugar en la memoria donde todo parecía estar bien, incluso si sabemos que es imposible. La letra es ambigua y abierta a interpretaciones, pero el tono de Robert Smith transmite cansancio, nostalgia y la amarga aceptación de que algunos anhelos nunca serán satisfechos.
«Hey hey! Just one more and I’ll walk away… / All the things I meant to say but couldn’t find a way…»
12. «Untitled»
«Untitled» es el epílogo de «Disintegration», una despedida cargada de resignación y una aceptación amarga de la imposibilidad de cambiar el pasado.
A diferencia de los momentos más intensos del disco, «Untitled» no grita ni explota en una tormenta sonora; es un lamento contenido, una confesión dicha en voz baja que se desvanece lentamente en el vacío, dejando un eco de tristeza y arrepentimiento imposible de borrar.
La letra de «Untitled» es una de las más sinceras y vulnerables de todo «Disintegration». Habla de la frustración ante la incapacidad de expresar emociones y de la lucha constante por encontrar las palabras adecuadas para evitar el final de una relación o para dar sentido a una vida llena de errores y ausencias.
Musicalmente, «Untitled» es una pieza minimalista, casi introspectiva, que contrasta con la intensidad desbordante de otras canciones del álbum.
«I never said I would stay to the end… / I knew I would leave you with babies and everything…»
Los Singles de «Disintegration» y sus Caras B
Aunque «Disintegration» es un álbum concebido como una obra completa, sus cuatro singles oficiales se convirtieron en clásicos inmortales. Cada uno de ellos vino acompañado de caras B y remixes que amplían aún más el universo sonoro de este disco.
1. Lullaby
- Fecha de lanzamiento: 10 de abril de 1989
- Lado B: «Babble»
Impacto:
Con una atmósfera de pesadilla, «Lullaby» se convirtió en el single con más éxito de The Cure en el Reino Unido, alcanzando el #5 en las listas. Su videoclip, dirigido por Tim Pope, muestra a Robert Smith atrapado en una telaraña simbólica.
Cara B – «Babble»:
Un tema experimental con una línea de bajo cruda y percusiones distorsionadas, es una explosión de energía casi caótica que contrasta con totalmente con «Lullaby».
Formatos:
- 7″, 12″, CD single y casete.
- Remixes destacados: «Extended Mix» y «Instrumental Version».
2. Fascination Street
- Fecha de lanzamiento: 18 de abril de 1989 (solo en Estados Unidos y Canadá)
- Lado B: «Babble» (de nuevo) y Out Of Mind
Impacto:
«Fascination Street» fue diseñado para conquistar las radios alternativas en Estados Unidos, y lo logró. La inolvidable línea de bajo y las guitarras características de esta canción hicieron que se convirtiera en un himno oscuro en la escena gótica y alternativa.
Remixes Destacados:
- «Extended Remix» y «Strange Mix», ambos más orientados a las pistas de baile.
3. Lovesong
- Fecha de lanzamiento: 21 de agosto de 1989
- Lado B: «2 Late»
Impacto:
«Lovesong» es el mayor éxito comercial de The Cure, alcanzando el #2 en el Billboard Hot 100. Aunque la canción es una de las más accesibles de la banda, su producción melancólica y sincera la mantiene en sintonía con el resto del álbum.
Cara B – «2 Late»:
Una joya escondida, «2 Late» es una canción vibrante y melódica que, aunque más luminosa que los temas de Disintegration.
Formatos:
- 7″, 12″, CD y casete.
- Remixes como el «Extended Remix».
4. Pictures of You
- Fecha de lanzamiento: 19 de marzo de 1990
- Lado B: «Last Dance (live)»
Impacto:
Una de las canciones más queridas de la banda, cargada de nostalgia y melancolía. Aunque no fue un gran éxito en las listas, Pictures Of You se convirtió en una favorita absoluta entre los fans y en un clásico imprescindible de sus conciertos.
Last Dance fue interpretada en directo en Wembley, en el año 1989.
Formatos:
- 7″, 12″, CD y casete.
- Remixes como el «Extended Dub Mix».
Resumen Final: «Disintegration» de The Cure
Personalmente, «Disintegration» es una experiencia emocional, un recorrido a tu interior que explora la desesperanza, la pérdida, el amor y la fragilidad humana. A lo largo de sus 12 canciones, The Cure construye un universo cargado de melancolía y pasión.
Desde la majestuosidad imponente de «Plainsong» hasta la resignación silenciosa de «Untitled», pasando por «Pictures of You», el desgarro emocional de «Disintegration» y el anhelo nostálgico de «Homesick», el álbum se despliega como una narrativa de sinceridad absoluta por parte de Robert Smith.
Con su producción impecable y su interpretación inigualable, «Disintegration» redefinió la música alternativa y se convirtió en una obra maestra eterna. A más de tres décadas de su lanzamiento, sigue siendo uno de los álbumes más bellos que puede encontrarse, incluso en los momentos más oscuros.
Es un álbum que se vive, se siente y se recuerda, como una vieja fotografía que nunca pierde su intensidad. The Cure creó algo inmortal, un refugiopara quienes buscan entenderse a través de la música. «Disintegration» no solo nos enfrenta a nuestras emociones más profundas, sino que también nos enseña a aceptarlas.
¿Qué significa «Disintegration» para ti?
Corroboro cada palabra sobre Disintegration.
Solo hay que ver las lágrimas de Robert Smith cantando Plainsong para entender que es algo especial.
Y pasarán otros 30 y seguirá siendo esa obra que vuelves a poner en los momentos bajos.
hacía mucho tiempo que no lo escuchaba entero. Piel de gallina siempre. Gracias por leer!
Para mí es el disco referencia de The Cure. Una verdadera obra de arte de corte oscuro que trasciende los años.
Opino igual. Gracias por leer Julio