Reseña minusheart – M6 (The Black Album)
M6 – The Black Album: La distopía bailable según minusheart
Desde Echozone nos han hecho llegar la edición limitada en CD de M6, y vale la pena destacarlo: el diseño físico del álbum está a la altura de su contenido. La estética es sobria, mecánica y extremadamente cuidada, con un enfoque industrial minimalista que refuerza la identidad del grupo. Un objeto de culto para coleccionistas y amantes del formato físico que valoran la materialidad en tiempos de lo efímero.
Publicado el 9 de mayo de 2025, M6 – The Black Album marca el regreso más afilado de minusheart, esa máquina teutona del EBM contemporáneo que nunca ha tenido miedo de ensuciarse las manos. Desde Aachen, Diver (voz), Chriss Rey (guitarra filosa), y los noise engineers RK y V-Nerv, nos entregan su sexto álbum con 12 cortes —más un bonus oculto en la edición limitada en CD— que te empujan, te acorralan, y te obligan a moverte.
EBM sin concesiones: corazón de máquina, alma herida
Con una estructura que remite directamente al EBM de vieja escuela, pero pasándolo por una trituradora distópica digna de la era post-pandémica, M6 no se anda con rodeos. El BPM es constante, la cadencia militar y la intención política. La repetición constante es estrategia pura: cada loop machacante construye una especie de hipnosis colectiva.
El disco se abre con “One Heart” coordinación rítmica latiendo al compás de la máquina. “Live Together” y “My Enemy” siguen en esa línea binaria, donde las letras son directas y secas, y Diver las escupe con una urgencia punk que recuerda al primer Suicide Commando o a ciertos momentos de DAF.
Influencias, estética y producción
La producción del disco está pensada para impactar tanto en directo como en auriculares: cada golpe de martillo pilón suena como un latido artificial. El uso de sintetizadores recuerda al EBM noventero de Covenant, pero con un enfoque más callejero, menos sci-fi y más realpolitik. Hay algo de Pankow, de The Klinik, y también de los momentos más agresivos de Combichrist. Pero la estética de M6 está más cerca del electro-punk de protesta que del fetichismo industrial.
La portada (negra, por supuesto) y el título del disco hacen referencia obvia al arquetipo del Black Album —el de Metallica, el de Prince, el de Jay-Z— pero aquí el negro es ceniza, es hollín, es residuo de una Europa socialmente erosionada.
Comparativas con el presente y ¿qué sigue?
En un momento donde el darkwave tiende a la introspección y la neopsicodelia, minusheart opta por reafirmar el cuerpo y el baile. Si bandas como QUAL o Randolph & Mortimer se inclinan hacia el ruido y la densidad, minusheart sigue apostando por la claridad brutalista. Todo está ahí, directo, sin disimulo.
Y en directo… se avecina gira de 20 conciertos donde estas canciones —ya de por sí físicas— cobrarán una dimensión aún más visceral. Ya podemos anticipar que temas como Sickman y Set Your Bones se convertirán en puntos álgidos de sus sets.

La rabia del siglo XXI tiene beat
Desde sus inicios, minusheart ha encarnado una de las ramas más crudas del EBM post-2000: la que no teme enarbolar mensajes políticos ni caer en lo repetitivo como forma de resistencia. En una época donde la sobreproducción digital genera música desechable, M6 se planta como un bloque de cemento sonoro. En este sentido, guarda parentesco ideológico con el techno militante de Ancient Methods o los manifiestos de Laibach, pero sin esconderse tras metáforas.
La tensión entre humanidad y máquina, cuerpo y control, atraviesa todo el disco como una espina dorsal. Es música para sobrevivir, para resistir la anestesia emocional del presente. Un soundtrack perfecto para ese club oscuro que sigue existiendo, aunque el algoritmo no lo recomiende.
¿Por qué deberías escuchar este disco?
Si creciste con los beats de Front 242, si alguna vez bailaste con los puños cerrados escuchando Spetsnaz o si simplemente necesitas un disco para marchar bajo lluvia ácida, M6 es tu aliado.
Escucha M6 ahora, comparte tu tema favorito y únete a la rebelión EBM. ¿Estás preparada para el impacto?