SublocalZ + Estilo Internacional – Sala Slow (Barcelona, 11 de octubre de 2025)
SublocalZ: Caos y entrega para un bolo redondo
La fecha no acompañaba. Coincidía con el concierto de She Past Away, ese tipo de evento que moviliza a medio ecosistema darkwave y eclipsa cualquier otro bolo oscuro en la ciudad. Pero quienes eligieron la Sala Slow el pasado sábado no se equivocaron: asistieron a una de esas veladas que, sin pretenderlo, acaban convirtiéndose en un pequeño hito para quienes estuvieron allí. Una noche donde el sudor, la cercanía y la entrega lo fueron todo.
SublocalZ abrieron fuego, y lo hicieron en su línea: sin miedo al desorden. El grupo barcelonés ha sido siempre sinónimo de caos controlado, de ese tipo de energía que no se puede ensayar. Pero esta vez hubo algo distinto. Quizás fue el sonido —impecable, por cierto— o el hecho de que cada uno de los integrantes parecía disfrutar más que nunca. Sea como sea, el resultado fue su mejor concierto hasta la fecha.
El mérito no fue solo de ellos. El técnico de sonido de la Slow demostró ser un auténtico profesional, logrando algo que pocas veces se consigue con SublocalZ: que se entienda todo sin perder potencia. No es tarea fácil lidiar con una banda que parece moverse entre el punk, el post-punk y la pura improvisación, pero lo consiguió. Y se notó desde el primer tema.
Nuria, a la batería, estuvo enorme. Precisa, firme y con ese punto de desparpajo que la caracteriza. Llevó el pulso del concierto como quiso, con seguridad y una pegada que marcó el tono de toda la actuación. A su lado, Óscar sostuvo el bajo con una naturalidad envidiable, manteniendo el groove incluso en los momentos más caóticos, cuando la banda se desata y todo parece a punto de saltar por los aires.
Por fin pudimos escuchar con nitidez el teclado de Pau, un elemento que muchas veces se perdía entre la avalancha sonora del grupo. Sus capas, efectos y líneas melódicas aportaron una dimensión nueva a los temas, llenando los huecos y aportando textura sin restar crudeza. Fue un salto adelante en la mezcla de la banda.
Edu, lesionado pero incansable, dio lo mejor de sí. Se me hizo raro verle sentado, pero es lo que siempre digo, cada concierto de SublocalZ, es una experiencia totalmente diferente. Y, por supuesto, Félix, el eterno showman, con esa voz desbordante y llena de carisma.





Estilo Internacional y un recordatorio de porque seguimos yendo a conciertos
Tras un breve cambio de escenario llegó el turno de Estilo Internacional, el trío madrileño que tenía muchas ganas de ver por fin en directo. Y no defraudaron. Su propuesta es más clásica, más orientada al pop-rock nacional de guitarras limpias y melodías sólidas, de esas que recuerdan a una época en la que Radio 3 era la ventana natural para descubrir bandas con algo que decir.
Miguel, tiene ese tipo de voz que encaja perfectamente en las canciones: directa, cálida y con una cierta melancolía, que muchas veces me recuerda al gran Santi Auserón y a los primeros Radio Futura. Patxi, el bajista, es el contrapunto perfecto: tranquilo, concentrado, sosteniendo la base con elegancia. Y Jaime, a la batería, completó el triángulo con una pegada espectacular y una musicalidad que elevó cada tema.
Como punto álgido y posiblemente sea porque me encanta esta canción, la interpretación de Radio Tirana fue intensa, redonda, con esa mezcla de nostalgia y energía que define al grupo. Estilo Internacional suenan realmente bien; canciones honestas y músicos que saben lo que hacen.



Lamentablemente, la asistencia fue escasa. Éramos pocos, pero los suficientes para llenar la sala de aplausos sinceros. Y ahí está el quid de la cuestión: hay muchísima calidad fuera del circuito mainstream, pero la mayoría se la está perdiendo. No es una queja, es un hecho. Que ver una banda a dos metros, sudando y dejándose la voz, es una experiencia que no te da ningún streaming.
El concierto de SublocalZ y Estilo Internacional fue, precisamente, un recordatorio de eso. De por qué seguimos yendo a salas pequeñas, pagando una entrada modesta y encontrándonos con desconocidos que, durante un par de horas, se convierten en cómplices. De por qué la música sigue siendo el refugio perfecto frente a la saturación diaria.
Cuando terminó el último tema nadie tenía prisa por irse. Algunos se acercaron a felicitar a los músicos, otros pidieron otra ronda en la barra. Había sonrisas y ganas de comentar lo vivido.
Así que sí, quizá coincidió con She Past Away y no éramos muchos. Pero los que estuvimos allí lo sabemos: fue una gran noche. Y mientras haya bandas como SublocalZ y Estilo Internacional, seguiremos encontrando razones para ir a conciertos, apoyar la escena y tomarnos unas birras después, como siempre.