CONCERTS

Crónica del concierto de Low Blows

Crónica del concierto en la Sala Taro: Low Blows y Noisy Requiem

Barcelona volvió a vestirse de sombras anoche con dos power trios que encarnan diferentes vertientes del postpunk. La Sala Taro de Sants acogió los bolos de Low Blows y los madrileños Noisy Requiem.

Los primeros en arrancar fueron, digámoslo así, los locales Low Blows (los integrantes son de diferentes puntos de España) cuya unión musical se reflejó a las mil maravillas en el pequeño escenario de la Taro. Abrieron con «Normal», un single lanzado a principios de año, que encuadra todo lo que representa la banda: ambiente oscuro con guitarras más melódicas que el postpunk clásico, y una línea de bajo que se ajusta perfectamente a la voz de Carlos.

Alternando canciones en castellano y en inglés. le siguieron canciones como «No Time» (de su álbum Cruel, 2020) y «Fin», «No Time», por ejemplo, me hizo recordar a los The Cure más minimalistas de sus primeros trabajos.

La sorpresa de la noche: «Skin»

El punto álgido de la actuación llegó con «Skin», una canción que, según confesó la banda, hacía tiempo que no interpretaban en directo. «Skin» es una pieza que engloba a la perfección la dualidad de Low Blows: por un lado, es melódica y oscura; por otro, tiene una fuerza subterránea que te mantiene en vilo como si fuera una película de suspense.

A lo largo de su setlist, Low Blows dejó claro que no tienen miedo de rendir homenaje a los gigantes del género mientras esculpen su propio camino. Es imposible no notar influencias de, por decir un ejemplo, Joy Division en su estructura rítmica y en el uso del bajo como guía melódica, pero los sintetizadores los colocan en una órbita más cercana a bandas como The Soft Moon.

El cierre del concierto fue con «Go!», su single más reciente, producida por Matteo Vallicelli y con con su tema homónimo, «Low Blows». Una culminación explosiva para una gran noche de postpunk.

Noisy Requiem: juventud y guitarras desenfrenadas

Por otro lado, Noisy Requiem fue pura energía desde el primer segundo. Este joven trío madrileño apostó por un sonido más guitarrero, un postpunk que abraza las raíces del punk con intensidad y coros cargados de fuerza con un estilo que difiere notablemente de Low Blows.

La juventud de la banda se traduce en una frescura y una energía que conectan rápidamente con el público, especialmente con quienes buscan un sonido más visceral y directo.

Noisy Requiem se inclina hacia un postpunk más agresivo, donde las guitarras llevan la voz cantante, evocando a bandas como The Sound o incluso a toques más punk de grupos como Buzzcocks.

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