Crónica Angst/Joy + Kasvot

Angst/Joy + Kasvot en Freedonia. 29 Mayo 2025

Jueves por la noche en Freedonia. Doble cartel con dos bandas internacionales, una de esas combinaciones que, por desgracia, son fugaces y demasiado escasas en la Barcelona oscura actual. Por un lado, Angst/Joy, desde Italia, con su darkwave sentimental y elegante; por el otro, Kasvot, una de esas sorpresas frías venidas del norte que, una vez descubiertas, no se olvidan.

La pena, como suele ocurrir entre semana, es que fuimos pocos. Muy pocos. Pero vaya si lo disfrutamos.

Por cierto, la Freedonia ha cambiado su sistema de audio y se nota. Felicidades!

Entre bajos melódicos y cortes a corazón abierto: Angst/Joy

El trío italiano Angst/Joy (convertido en dúo esa noche por la ausencia de uno de sus miembros por motivos personales —desde aquí todo nuestro ánimo y pronta recuperación) abrió la velada con una propuesta de darkwave más melódico, contenido y emocional. La voz, con tintes de nostalgia y sensibilidad post-punk, se fundía con unas líneas de bajo que remiten al primer The Cure o incluso a los momentos más apagados de And Also the Trees.

Tocaron temas de su setlist habitual y nuevas canciones incluidas en su próximo EP «first of many issues»-que nos regalaron en físico (¡detallazo que va directo a la estantería de joyas!)— sonaron especialmente sólidos. Esa cadencia sintética, esa manera de tratar la oscuridad sin grandilocuencia, nos dejó un set breve pero sentido.

Antes del concierto tuvimos oportunidad de charlar con ellos un buen rato. Conversación amena, reflexiva, como suelen serlo con gente que respira la escena desde dentro. Hablamos del circuito europeo, de la dificultad de girar, de la edad del público (¡ay, que nos hacemos mayores!) y de lo complicado que es llenar una sala un jueves, con el despertador ya acechando desde las 6:00.

Kasvot: el calor del norte

Y luego llegó Kasvot, y el tono de la noche cambió por completo. Desde Finlandia, pero de fríos nada. Con una estética muy Midge Ure, el cuarteto desplegó un repertorio coldwave electrónico. Lo suyo fue dinamismo puro: bases rítmicas contundentes junto con unos sintes ejecutados sin fisuras.

No los teníamos en el radar, y salimos rendidos. Con tres birras en el cuerpo, jueves noche, tienes tus monológos internos y piensas, «joer, hay tanta buena música por descubrir». Ahora que lo pienso, forman parte de esa generación finlandesa tan estimulante como Aus Tears o Naakka, proyectos que han pasado por Barcelona y si no me equivoco mucho tiene que ver en ello Dunkelwald, asiduas en visitar el país escandinavo. En ese sentido, su presencia en Freedonia fue casi un lujo inesperado.

El set fue corto pero muy efectivo, una especie de disparo bien dirigido. Uno de esos conciertos que te dejan con ganas de más, pero es jueves y hay que descansar, que la alarma no perdona.

Reflexión final: ¿dónde estamos?

Ahora bien, toca decirlo: somos pocos. Y aunque duele admitirlo, la edad empieza a pesar. Entre semana, la convocatoria es difícil. No lo decimos con ánimo de reproche, sino con cierta melancolía. ¿Cómo sostener una escena cuando el día siguiente hay que levantarse a las seis? ¿Qué pasará cuando no haya sábado disponible? La respuesta no la tenemos, pero al menos, noches como esta nos recuerdan por qué seguimos aquí.

Así que a los que estuvimos: enhorabuena. Y a los que no, no sabéis lo que os perdisteis. Ojalá la próxima vez sea sábado, y seamos más. Porque estos conciertos no se repiten tan fácilmente.

Os dejo un tema de Angst/Joy, que lo disfruteis!